La Compañía de Teatro Estable de Pinto, Madrid, llegó el pasado 29 de Noviembre al Concurso Nacional de Teatro para Aficionados Ciudad de Utiel, con la obra LA PUERTA ESTRECHA de Eusebio Calonge. Una visita avalada por un número impactante de premios conseguidos en 26 certámenes teatrales de toda España. Merecidos sin duda después de ver la puesta en escena de este taller de teatro, que dió una lección de iluminación, de escenografía, de vestuario y caracterización, y sobre todo de expresión corporal de los actores y actrices en sus movimientos y lucha escénica.
Nada que objetar a la dirección y mucho menos a la interpretación de los cinco personajes, especialmente las actrices que dan vida a "La Chancla" y "La Pájara", dos seres inmisericordes con la desgracia ajena. El balance en conjunto de la Compañía Teatro Estable de Pinto, es sobresaliente pero.....sí, hay un pero y a nuestro juicio está en el texto de la obra. Hay un vacío entre lo que se quiere contar y lo que se cuenta. Si atendemos a la sinopsis del libreto, resulta difícil reconocer después ese argumento en boca de los actores. Al menos en su totalidad.
La atemporalidad de la puesta en escena no ayuda a vislumbrar el drama actual de CALACA, la joven inmigrante, aunque curiosamente, esa misma atemporalidad genera en muchos momentos una belleza escénica que hay que reconocer. Es plástica. Sin embargo cuesta ver el problema de la inmigración en LA PUERTA ESTRECHA, si es ese el mensaje que el autor quiere darnos.
Los personajes, con reminiscencias "valle-inclanescas", no dan pistas sólidas con sus frases para seguir un argumento a nuestro juicio desilbanado. Quizás el autor ha querido hacer pensar al espectador. Pensemos entonces....sólo buscando la metáfora se puede entender haciendo un esfuerzo que "El Jarabe", con su ceguera es el único que "ve" más allá del impedimento físico. El único que siente piedad por "Calaca" y su triste vida.
Que "Don Saturno" con su mísero prostíbulo y su neutralidad avarienta sólo busca las ganancias que le pueda dar el sacrificio de un ser humano. Que "La Pájara" y su comadre "La Chancla", son las manos ejecutoras y la mente pensante que sin ningún escrúpulo moral acaban por desatar el drama hasta las últimas consecuencias. Probablemente todos ellos seamos nosotros....puesto que la obra hace de espejo para que reconozcamos los pecados de nuestra sociedad. Pero la exclusión social de los inmigrantes y su difícil acceso al estado del bienestar, resultan difíciles de identificar en la obra.
¿Mal escrita? Desde luego que no, pero quizás demasiado "elevada" para denunciar un problema cotidiano a ras de suelo. A veces, no todo lo que no entendemos es bueno. Y hay que decirlo.
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