El pasado domingo se representó en el Teatro Rambal de Utiel la obra LOS ÚLTIMOS DÍAS DE ALEJANDRO, a cargo del grupo Delanada Teatro de Torrejón de Velasco (Madrid). Con esta representación se da por finalizada la primera parte de este XXVI Concurso Nacional de Teatro para aficionados Ciudad de Utiel.
La obra cuenta la historia del Conquistador Alejandro Magno, que con trece años de reinado y habiendo conseguido el mayor imperio conocido, sufre desavenencias y pérdidas irreparables a lo largo de su vida que le resultará imposible rehacerse, dejando un imperio sin consolidar.
El actor Rubén Gallardo, da vida a un Alejandro III, cansado, abatido, pero que remonta en fuerza cuando relata sus épocas gloriosas, en su eterno afán de líder, y que junto a todos los personajes han llevado una muy buena interpretación durante toda la obra.
Cabe destacar la música seleccionada, una perfecta iluminación, con escenografía sencilla que junto con un majestuoso vestuario, traslada al público asistente a esta época para disfrutar de esta historia perfectamente relatada con un texto rico y explícito, obteniendo por todo ello un buen aplauso final.
jueves, 22 de diciembre de 2011
sábado, 17 de diciembre de 2011
EL BAILE DE LOS INSTANTES MUERTOS
El pasado día 11 de diciembre de 2011 se representó la obra “El baile de los instantes muertos” del grupo de teatro Carpe Diem de Tomelloso (Ciudad Real). Hacía ya algunos años que estos compañeros de Tomelloso no participaban en este concurso. El director Miguel Ángel Berlanga era también el autor de esta magnífica obra que tuvo en vilo a todo el público asistente.
Manuel es un hombre que está a punto de morir y antes de que un ángel se lo lleve pide por favor recordar momentos vividos en su adolescencia. Unos buenos, otros que mejor no recordar… Pasan por delante de sus ojos recuerdos familiares que marcaron su vida como su ingreso en el internado, la infidelidad de su padre, la marcha de su hermana a un convento, la inesperada muerte de su mejor amigo…
La escenografía sencilla pero muy elegante dividía el escenario en dos partes. Los laterales delanteros estaban ocupados por los dos personajes principales (Manuel y un ángel) y el resto de escenario dividido a su vez en tres partes servía para recordar la vida del protagonista. Cabe mencionar también que los juegos de luces así como la música y los efectos de sonido en cada escena, hacían que el espectador supiera en todo momento en qué lugar y en qué época se encontraban los personajes. Y todo ello unido a la magnífica interpretación de los actores hizo que el público permaneciera en sus butacas durante casi dos horas sin pestañear.
Se podría concluir diciendo que esta estupenda compañía supo dejar un buen sabor de boca a todo su público en esa tarde de domingo.
Manuel es un hombre que está a punto de morir y antes de que un ángel se lo lleve pide por favor recordar momentos vividos en su adolescencia. Unos buenos, otros que mejor no recordar… Pasan por delante de sus ojos recuerdos familiares que marcaron su vida como su ingreso en el internado, la infidelidad de su padre, la marcha de su hermana a un convento, la inesperada muerte de su mejor amigo…
La escenografía sencilla pero muy elegante dividía el escenario en dos partes. Los laterales delanteros estaban ocupados por los dos personajes principales (Manuel y un ángel) y el resto de escenario dividido a su vez en tres partes servía para recordar la vida del protagonista. Cabe mencionar también que los juegos de luces así como la música y los efectos de sonido en cada escena, hacían que el espectador supiera en todo momento en qué lugar y en qué época se encontraban los personajes. Y todo ello unido a la magnífica interpretación de los actores hizo que el público permaneciera en sus butacas durante casi dos horas sin pestañear.
Se podría concluir diciendo que esta estupenda compañía supo dejar un buen sabor de boca a todo su público en esa tarde de domingo.
viernes, 9 de diciembre de 2011
DECAMERON
El pasado 4 de diciembre, la Compañía de Teatro Maripili de Barcelona, puso en escena la obra Decameron de Giovanni Boccaccio y adaptada por la compañía. Con estas ya son 4 las compañías participantes en el XXVI Concurso Nacional de Teatro para aficionados “Ciudad de Utiel”.
De las 100 historias escritas por Boccaccio, cuatro historias breves son las adaptadas por la compañía para la representación, cuyo hilo argumental se fundamenta en una reunión de amigos que comienzan a relatar historias. Las historias interpretadas por ser divertidas para el público y los actores son: "La adúltera discreta", "La enfermedad de Calandrino", "La cuna" y "El jardinero del convento".
Cabe destacar de la puesta en escena su originalidad. Fue especialmente original la escenografía. Con simplemente varios cubos fueron capaces de ambientar desde una posada hasta un convento con el hábil manejo “Tétrico” (de Tetris) de esos cubos.
De forma irregular fueron capaces de conectar con el espectador y hacerles partícipes de la ambientación, el argumento y la picardía de las historias. Sin duda, esta conexión fue de menos a más consiguiendo al final “calentar” el patio de butacas en una tarde tan fría.
No queremos dejar de resaltar la original óptica que nos ofrecieron las escenas de cama. Sin duda, este grupo lleva la palabra originalidad hasta su último extremo, como así refleja el nombre de la compañía.
En definitiva, pasamos una buena tarde de teatro
De las 100 historias escritas por Boccaccio, cuatro historias breves son las adaptadas por la compañía para la representación, cuyo hilo argumental se fundamenta en una reunión de amigos que comienzan a relatar historias. Las historias interpretadas por ser divertidas para el público y los actores son: "La adúltera discreta", "La enfermedad de Calandrino", "La cuna" y "El jardinero del convento".
Cabe destacar de la puesta en escena su originalidad. Fue especialmente original la escenografía. Con simplemente varios cubos fueron capaces de ambientar desde una posada hasta un convento con el hábil manejo “Tétrico” (de Tetris) de esos cubos.
De forma irregular fueron capaces de conectar con el espectador y hacerles partícipes de la ambientación, el argumento y la picardía de las historias. Sin duda, esta conexión fue de menos a más consiguiendo al final “calentar” el patio de butacas en una tarde tan fría.
No queremos dejar de resaltar la original óptica que nos ofrecieron las escenas de cama. Sin duda, este grupo lleva la palabra originalidad hasta su último extremo, como así refleja el nombre de la compañía.
En definitiva, pasamos una buena tarde de teatro
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